Artículos sobre ciencia y tecnología de Mauricio-José Schwarz publicados originalmente en El Correo y otros diarios del Grupo Vocento

Fotografía: el momento irrepetible

Herramienta para la comunicación, las ciencias, la tecnología y el arte, la fotografía es una sucesión de encuentros entre distintas tecnologías e inventos.

"Vista desde la ventana en Le Gras", la primera
fotografía de la historia, obtenida por
Joseph Nicéphore Niépce en 1826.
(Imagen de D.P. vía Wikimedia Commons)
Supongamos una caja cerrada, ya sea pequeña o del tamaño de una habitación. En el centro de una de sus caras, abrimos un orificio diminuto. Sorprendentemente, las imágenes que estén frente al orificio en el exterior de la cámara se proyectarán en la cara opuesta dentro de la caja, pero invertidas.

Este fenómeno se explica porque, cuando los rayos de luz que viajan en línea recta pasan por un orificio pequeño en un material no demasiado espeso, no se dispersan, sino que se cruzan entre sí y vuelven a formar la imagen de cabeza. El orificio funciona como una lente y, de hecho, si utilizamos una lente en su lugar, se puede obtener tanto mayor nitidez como mayor luminosidad en la imagen reconstruida.

Este fenómeno fue descrito al menos desde el siglo V antes de la Era Común, por el filósofo chino Mo-Hi, quien llamó al lugar donde se veían las imágenes “habitación cerrada del tesoro”. En occidente, el principio también era entendido al menos desde Aristóteles, quien lo utilizó para observar eclipses de sol, práctica aún común para evitar ver el sol directamente.

En el siglo XVI se empezaron a utilizar lentes convexas en lugar del orificio y un espejo para invertir nuevamente la imagen y proyectarla en una superficie, creando un dispositivo portátil que durante siglos fue utilizado como auxiliar para el dibujo. Las habitaciones en las que se utilizaba el fenómeno para ver imágenes de gran tamaño fueron llamadas por el astrónomo Johannes Kepler “cámaras oscuras” , motivo por el cual llamamos “cámara” a cualquier dispositivo fotográfico o cinematográfico.

El siguiente paso era capturar las imágenes. Pero no pensaba en ello el alemán Johann Heinrich Schulze, que 1727, en uno de sus experimentos, mezcló tiza, ácido nítrico y plata observando que se oscurecía en el lado que estaba hacia la luz. Había creado la primera sustancia fotosensible conocida. Las experiencias ulteriores con sustancias sensibles a la luz tenían el problema de que las imágenes no se fijaban: la sustancia seguía reaccionando ante la luz y eventualmente era totalmente negra

Fue un francés, Joseph Nicéphore Niépce, quien experimentó durante años uniendo la cámara oscura y el trabajo de los químicos para hacer, en 1826, la primera cámara y la primera fotografía (misma que aún existe). Aplicó una mezcla de betún de Judea sobre una placa de peltre y la expuso desde su ventana durante ocho horas.

El siglo XIX fue escenario de experiencias con diversos materiales buscando obtener más nitidez, conseguir imágenes en menos tiempo y con menos luz, y poderlas conservar eficazmente, ya fuera en positivo, como en los daguerrotipos, o en negativo, proceso inventado por John Talbot y que permitía hacer las copias que se quisiera del original.

Las placas debían ser preparadas por el fotógrafo en el sitio, con una feria de aparatos y sustancias peligrosas, por lo que fue bienvenida la aparición de las “placas secas” de vidrio que tenían ya una sustancia fotosensible que se mantenían en la oscuridad antes y después de hacer la foto, para posteriormente revelarse. Su tiempo de exposición era tan pequeño que las cámaras fotográficas pudieron hacerse pequeñas y manuables.

El gran salto para la popularización de la fotografía lo dio el estadounidense George Eastman en 1889 con una película flexible, irrompible y que podía enrollarse, recubierta de una sustancia fotosensible que producía imágenes en negativo. Esto permitió hacer cámaras mucho más pequeñas y poner la tecnología fotográfica al alcance de todo el mundo. Ya no se necesitaba tener un laboratorio y saber manejarlo, bastaba “hacer la foto” y llevar el rollo a un técnico que se encargaría de revelarlo y hacer cuantas copias se quisiera.

El siglo XX se dedicó a perfeccionar la tecnología haciéndola más rápida, más eficaz, más precisa y trayendo al público, en 1940, la fotografía en color. Era una nueva forma de arte, pero también una herramienta documental y científica que permitió ver lo que nunca se había podido ver, como el momento en que una bala traspasa una manzana, imágenes infrarrojas y ultravioleta, y una enorme cantidad de accesorios alrededor del humilde principio de la cámara oscura.

En 1975, el ingeniero Steven Sasson, de la empresa de George Eastman, Kodak, creó la primera cámara fotográfica digital, a partir de tecnología de vídeo ya existente. En vez de utilizar una sustancia química fotosensible de un solo uso, estas cámaras emplean sensores electrónicos que detectan la luz y la convierten en una carga eléctrica. La cámara de Sasson tenía una resolución de sólo 100x100 píxeles (10.000 píxeles, comparados con los varios millones de píxeles que tiene cualquier cámara barata hoy en día), tardaba 23 segundos en registrar una imagen y pesaba más de 4 kilos.

El desarrollo de la fotografía digital fue muy rápido. La primera cámara para el consumidor fue lanzada en 1988-1989 y para 1991 había cámaras profesionales comerciales con más de un megapíxel (un millón de píxeles) de resolución, todas en blanco y negro. El color digital llegó en 1994 y de modo acelerado se ofreció comercialmente una sucesión de cámaras con más píxeles, más nitidez, mejor óptica, mejor almacenamiento (con la aparición de las tarjetas flash) y, sobre todo, precios cada vez más bajos.

La última gran revolución de la fotografía digital fue su integración en 2002 a los teléfonos móviles, que habían aparecido en 1983 (aunque no fueron realmente portátiles sino hasta 1989). A futuro se habla por igual de fotografía en 3 dimensiones (viejo sueño) como de perspectivas totalmente nuevas.

En 2011 se presentó una nueva cámara, Lytro, que en lugar de capturar la luz según el principio de la cámara oscura, lo hace interpretando campos de luz. El resultado son imágenes que no es necesario enfocar al momento de hacerlas, sino que el foco se decide en el ordenador posteriormente, algo que además de tener grandes posibilidades profesionales puede ser una ayuda enorme para el aficionado.

Las tragedias de Kodak

El popularizador de la fotografía, George Eastman, se suicidó en 1932 víctima de terribles dolores por una afección en la columna vertebral. Su empresa, Eastman Kodak, que fue la vanguardia de la fotografía durante más de 100 años, solicitó protección contra la quiebra en 2012, herida por la muerte de la película fotográfica y embarcada en una serie de litigios para conseguir el pago de sus patentes de fotografía digital por parte de otros fabricantes. La empresa se dedicará, si sobrevive, al papel fotográfico y la impresión por chorro de tinta, y licenciando su bien conocida marca a otras firmas.